martes, 21 de enero de 2014

DE BORREGO A HUMANO


Me hicieron creer que estaba vivo
comiéndome las ilusiones que me tuvieron durmiendo.
Me levantaba en las mañanas sin escuchar ningún ruido
pero escuché en mi interior un gran estruendo:
era la Verdad que se asomaba
como un sol de madrugada;
y me sorprendió ver que lastimaba
mi vista al intentar mirarla,
pues me hicieron creer en mil mentiras
disfrazadas de verdades a medias,
mientras la Realidad se mantenía escondida.


Viví encerrado en un establo
construido de icopor y de madera
disfrazado “sin embargo”,
de luminosas monedas,
y cada día
mi Alma por ellas vendía
para merecer el pan y el techo,
y así tener el “derecho”
de pisar mi tierra yerta.
No sabía que la vida era un regalo gratuito,
y que todo alrededor era en esencia Divino,
tan solo por existir y por haber nacido.


Me hicieron jurar sobre un “gran libro”
construido con montones de retazos,
para validar –tan solo por un rato-
mi voz ante el pastor de turno,
ese que me esquiló en pleno julio
cuando en el sur es invierno,
sacando mi vello tierno
y dejándome desnudo
sin importar que tan crudo
era el frío en mi interior.
Pero más hambre de verdad que de heno
yo tenía
y por eso preguntaba al fuego de mi corazón
y así me respondía:
“Todo está al revés en este suelo”.


Me ocultaron el paraíso verdadero
que se encuentra al otro lado de esta Tierra,
me manipularon con la ciencia
con las leyes y la religión.
Me dijeron que la vida consistía
en nacer para morir después
sin tener el chance ni una vez
de poder cambiar la situación.


Pero luego descubrí la Eternidad…
Y entonces hice honor a mi pelaje negro.
-“¡Una oveja se ha escapado!” –ellos dijeron,
pero solo regresé a mi Identidad.
Supe que Yo no era ese borrego
que me mostraron en el fango,
era simplemente un Ser Humano

que logró por fin verse en el Cielo.


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