martes, 19 de junio de 2012

MENSAJEROS

¡IRISEL…IRISEL…IRISEL !!


El Alma abrió los ojos. Estaba sumida en un profundo sueño y, de pronto, sintió ese llamado fuerte con una voz que le era familiar…
-         Irisel, ¡ven acá!, Irisel.
-         ¿A dónde?- preguntó ella
-         Ven, sólo ven, Irisel.
Ella en medio de la nada pareció desplazarse con pies, sin tenerlos, y más bien podría decirse que flotó o nadó…es difícil explicar cómo llegó ante aquella presencia.
-         ¿Me recuerdas, Irisel?
-         Sí, eres mi guía
-         El tuyo y el de él…
-         ¿El de quién?
-         El de Isatlel
-         ¡ISATLEL!!!- De pronto su nombre retumbó dentro de ella como si fuera un pecado olvidarlo, como un despertar de un largo viaje donde la memoria no existe.
-         ¿Dónde está Isatlel? ¡Dímelo!- Pidió ella animada pero en calma.
-         Él está donde debe estar, y está bien.
Ella recordó entonces. Haber estado en el Devachán le había hecho, si bien descansar, también adormecer su memoria ancestral. Ahora estaba por entrar a otro lugar, una nueva preparación para el retorno.
-         ¿Reconoces este sitio?- preguntó el guía- Ya has estado aquí muchas veces; ahora irás un poco más lejos, lo suficiente como para regresar a la Tierra, y se te darán algunas armas para tu nueva prueba. Otras, en cambio, se te quitarán, pues perdiste el derecho, al elegir volver antes de tiempo y eso te restará algunos dones. Pero no te preocupes, estarás bien en tu próximo viaje y no será indispensable que retornes con estos viejos atributos.
Irisel, aún despabilaba algo confusa:
-         Me cuesta recordar, amado guía, pero poco a poco voy reconociéndome. Isatlel no está aquí, ¿verdad?
-         No, mi pequeña. Hace tiempo que no vuelven juntos, por que para ambos las pruebas han sido cada vez más duras y cada uno ha tenido que reconstruir el hilo de su destino en momentos y circunstancias a veces opuestos.
-         ¿Qué quieres decir?
-         Tú estás aquí, pero él todavía está en la Tierra. Tu muerte fue prematura y tú no puedes esperarlo, pues debes apurar tu evolución. Él está más avanzado que tú, así que, aunque nazcan en condiciones poco comunes, tendrás que aceptarlo así, al menos por esta encarnación.
-         Eso significa que mientras yo esté de regreso, ¿él apenas estará preparando su próxima encarnación?
-         Sí, pero recuerda: él está un poco más adelante que tú y si es su deseo acelerar su vuelta a la Tierra para encontrarse contigo, al menos unos años, lo hará.
-         En ese caso, ¿cuántos años terrestres tendré cuando lo vuelva a ver en la Tierra?
-         No te preocupes, aún serás joven.
-         ¿Será mi hijo?
El guía sonrió con tierna burla.
-         No Irisel, pero él será una más de tus pruebas.
Irisel guardó silencio, pero no se angustió, porque confiaba en la Vida y en ese momento no tenía cuerpos que le generaran pensamientos ni emociones egoístas.
-         Vamos al sitio donde todo está escrito- dijo el guía. Y antes de abrir los ojos se hallaban en medio de un salón inmenso lleno de libros. El guía continuó diciendo:
-         Toma el libro que corresponde a tu origen, el que tiene el nombre de ustedes y así volverán a recordar quienes son y cuál es su misión. Recuerda que esta lectura siempre la has hecho antes de ir al lugar de la preparación; léela en voz alta para renovar su unión invisible y así él desde la Tierra te recordará y se fortalecerá para continuar su camino.
-         Está bien- obedeció Irisel. Buscó el libro y cuando lo encontró le pareció tan familiar que lo llevó a su pecho y con felicidad plena leyó la inscripción: “IRIS-ISATL-EL”
Y pronunció en voz alta:





De un Alma primigenia llamada “Iris-Isalt-el”, en la Era de la Segunda Humanidad, despertaron las cualidades de lo manifestado. Tomando las raíces de la Tierra Virgen, la Materia Creadora, se gestaron las diferencias sagradas de lo masculino y lo femenino entre nosotros. Y de esta Alma Primera, cuya misión es ayudar a construir el camino de la Luz-Amor para los humanos, nacieron dos almas diferenciadas en el Gran Juego de los Opuestos para iniciar el Sendero de retorno a lo UNO, atrayendo para la evolución humana las virtudes del Eterno, del Innombrado. Y a estas nuevas almas se les dijo:

“A través de vuestros guías y maestros, regentes de vuestro Sendero, vosotras, almas afortunadas, fuisteis llanzadas a la existencia a comienzos de la Tercera Humanidad y he aquí vuestros nombres: Iris-el: Que significa ángel o mensajero alado de las 7 luces de la vida. Isatl-el: Que significa ángel o mensajero alado del agua que asciende. Cómo veis, vuestros nombres hablan de vuestra idéntica naturaleza: El iris es el isatl que ha recibido la luz, siete colores reflejados en el agua celeste cuando la luz divina se manifiesta. Tú Irisel, seréis espacio y puente; tú Isatlel seréis agua y viento. Sin Isatlel, tú Irisel no podreís reflejar la luz hacia los hombres. Sin Irisel, tú Isatlel, no podreís reflejar la luz hacia los hombres. Por lo tanto vuestra unión es necesaria para la evolución y junto con otras almas compañeras ayudarán a la Humanidad en su camino de ascenso. No os sintaís privilegiados, entonces, pues no sois los únicos. Millones de almas se buscan ahora como vosotros y mientras llegue la unión definitiva, vuestro recuerdo ancestral os bastará para crecer y ayudar, y si os cobija la fortuna de encontraros en vuestros cuerpos densos, deberáis ver en ello un reto y una oportunidad de acelerar vuestro proceso en bien de todos vuestros hermanos, de lo contrario os retrasareis y con ello arrastrareis a vuestros pequeños abismos a cuantos lleveis a espaldas de vuestra conciencia. Y si pensais que en el sendero podeis viajar solos, si os olvidais mutuamente, ha de ser más dura la subida, más agotador el ascenso. Isatlel: necesitais de vuestra otra alma para conectaros con los misteios celestes. Irisel: necesitais de vuestra otra alma para dar forma terrestre a los misterios celestes. No os olvideis; y si en algún instante de oscuridad os dejais de presentiros, que vuestra pequeña intuición os acerque sin miedos. Estad abiertos a lo increíble, estad atentos a lo invisible, y el milagro de la Vida no os restará tiempo para encontraros, al menos, dentro de vosotros mismos. Os deseamos Amor puro y fortaleza y que los Dioses acompañen vuestro recorrido”.



Irisel se preguntó a sí misma: “¿Cuántas vidas llevamos, Isatlel, de separaciones y reencuentros, de recuerdos y olvidos, de dudas y certezas, de apegos físicos y uniones intuitivas, de compartir egoísmos y amores incondicionales, de estar juntos o simplemente sentirnos a distancia?”

Y sintió que Isatlel desde la Tierra, en sueños, contestaba: “ No lo sé hermana mía, no sé cuántos nombres hemos tenido, pero vida tras vida, sé que nos recordaremos y nos apoyaremos uno al otro…”

Irisel, sonrió y luego, escuchó la voz de su guía, llamándola de nuevo:

-         Ven Irisel. Debo hablarte. Escucha con atención:

“Antes de prepararte de nuevo, antes de ir al sitio donde recordarás tu anterior experiencia con toda tu claridad y conciencia, debo hablarte para calmar tu agitada naturaleza: Recordarás desde tu muerte que precipitaste tu llegada a este sitio. Tu corazón físico falló por estar cargado de ideas de abandonar la Tierra y llevar el denso peso de emociones innobles que a ratos posáronse en él robándole energía. En esta ocasión llevarás esta limitación contigo. Tu corazón físico será igualmente débil y no sólo él. Encarnarás bajo una forma que pareciera justificar a tu engañosa mente para que no realices muchas labores que impliquen tu esfuerzo físico y tu acción concreta. Serás débil energéticamente, porque tendrás dificultad en captar la energía pránica natural, pero serás fuerte en tu interior y a medida que madurez vas a adquirir la habilidad de aspirar esa energía de manera que mantengas tu salud y tus emociones se tornarán menos violentas cada cambio de ciclo. Caerás en riesgo en ciertas etapas de tu vida, de desear regresar aquí. Todo depende del conocimiento que adquieras y el uso de tu voluntad. Te conduciremos para ello a una Escuela Espiritual dónde esta preocupación constante por volver será aplacada y centrarás así tu misión”

-         Y aun siendo adulta ¿volveré a albergar esos pensamientos oscuros y densos?

-         Sí, y justo cuando Isatlel aparezca.

-         ¿Podré verlo, hablar con él?

-         Eres muy afortunada, amada Irisel. Siempre se han visto, pero no siempre se han amado, en el sentido humano de la palabra…

-         ¿Qué quieres decir?

-         A veces, sus encuentros no pasan de ser un compañerismo incondicional e inexplicable…

-         Y, ¿esta vez será así?

-         No puedo decírtelo. Ya sabes que a veces los designios de la propia rueda kármica que ustedes mismos han tejido, los han hecho incluso hermanos de sangre. ¿Recuerdas, en la destrucción de Axtlán…oh!!, verdad que no puedes recordarlo. De todas formas te adelanto que tendrás sueños que te recordarán ese encuentro en especial…

-         ¿Y qué pasará si mi cuerpo físico terrestre no resiste y vuelvo a venir aquí precipitadamente?

-         Resitirás. Pensarás incluso que morirás y tendrás un fuerte deseo de unirte a Isatlel, porque crees que no volverás a estar con él; pero resistirás y él…bueno, no te puedo asegurar que recuerde quien eres. Él está tan concentrado en su misión que es igual a la tuya, que tal vez ni te vea. Posiblemente, aunque me atrevo a especular, él sea en ocasiones muy dulce contigo y ni siquiera sepa por qué y hasta le parezca algo extraño.

-         ¿Qué tan dulce?

-         Bueno…no sé…quizás una melodía…una mirada…cierta inclinación a estar cerca…una pequeña flor…no sé. Cosas pequeñas que a tu parecer no tendrán sentido.

-         Entonces, ¿nunca lo sabré?, ¿no podré reconocerlo?

-         Sí. Tú lo sabrás, pero vas a desear no haberte dado cuenta.

-         Pero, ¿cómo?, ¡no entiendo!

-         Ahora no lo comprendes porque tu mente es inocente en este momento, al igual que el de una niña. En ese instante, en cambio, te aseguro que no querrás sentir lo que sentirás.

Irisel no pudo comprender. Para ella amar era algo tan natural como respirar, y sin importar en qué condiciones naciera, seguiría amando a su hermano Isatlel bajo cualquier forma que adoptara.

-         ¿Es que acaso seremos enemigos?- preguntó ella.

-         No, al contrario, serán amigos, y también hermanos aunque no de sangre esta vez.

-         ¿Y me enamoraré de él?

-         Es lo más probable y será esa precisamente una de tus pruebas emocionales más difíciles. Ya sabes que el amor humano al manifestarse es dual y complejo. Además tú nacerás bajo un regente astral muy mental, aunque sin perder tu capacidad inspiradora ni tu intuición aprendida en otras vidas para percibir la belleza en todas las formas y reconocer ciertos arquetipos. Pero plasmarlos es lo más duro para ti y esta vez volverás a intentarlo de nuevo, con una mente más dura que en ciertos momentos te bloqueará, pero también te salvará para no enloquecer frente a todas las voces interiores oscuras que vas a crear y contra las cuales lucharás como una batalla interior sin tregua. Sin embargo, Isatlel te ayudará, pues él nacerá con ciertas cualidades especiales que te servirán como ejemplo de plasmación, incluso sus cuerpos, contrario a los tuyos, serán más resistentes y para fortalecerse será sometido a pruebas duras de las que saldrá invicto y así podrá ayudarte a ti y a muchos otros, y tú a él. Él será una luz inspiradora para ti. Como ya una vez te precipitaste a regresar y andabas con los pies más en las nubes que en la tierra, en esta ocasión los maestros han decidido enviarte con más amarras, más anclas, para evitar tu “huida”. Eres como un globo de gas, como un iris; quieres estar en el firmamento.

Irisel sonrió como chiquilla.

-         Ahora- continuó diciendo- por tu travesura de provocarte ese paro a tu corazón físico, estarás a riesgo, no solo de que vuelva a suceder fortuitamente justo cuando estés enamorada, sino que retrasarás aún más la distancia psicológica entre Isatlel y tú.

Irisel, ensombreció su rostro, pero volvió a sonreír diciendo:

-         Ya verás mi amado guía, que a pesar de llegar a Tierra antes que él, me reconocerá, ya lo verás.

-         No estés tan segura de eso. El abismo está hecho, la brecha ya está abierta…

-         Bueno, si es así, yo lo acepto. No es la primera vez que mi Amor por Isatlel deba diluirse bajo otras formas. No por ello perderá su belleza.

-         Debo advertirte algo más: Tú tampoco lo reconocerás al principio, pues tus cuerpos se sentirán atraídos por otro tipo de personalidad, más parecida a la tuya y con una apariencia física totalmente opuesta a la que tendrá Isatlel en su próxima encarnación. Eso te costará aceptarlo pero finalmente lo verás, y ocurrirá después de una maduración forzosa que sufrirás por un amor que vivirás de manera profunda e intensa, y será uno de los golpes que debilite tu corazón físico y energético. Creerás que aquella primera alma es tu hermana y será duro admitir que no es así, llegando a pensar incluso que tales almas no existen.

-         Me parece tan difícil imaginar que pueda llegar a vivir y pensar de tal forma…

-         Ya lo has vivido, por eso aquella prueba la pasarás. Además en la Tierra habrán otros guías que te orientarán sobre estos asuntos y otros hermanos también te augurarán que aquella primera alma solo será una de tus últimas pruebas de amor real.

-         ¿Y después conoceré a Isatlel bajo su nueva forma?

-         Es posible. Sin embargo hay una probabilidad.

-         ¿Cuál?

-         De que nunca se vean, aunque estén juntos.

-         Me confunden tus palabras…

-         Es muy simple. Pueden llegar a tener proyectos juntos y a compartir muchos momentos, pero, quizás, ninguno de los dos lleguen a saber que tienen un mismo origen.

-         Y eso…¿no es triste?

-         No!, por el contrario!. Es la forma más inocente y bella de complementar su misión.

-         Es cierto. Libre de apegos. No sabes la paz que has traído a mi conciencia.

-         Ese es mi deber. Ahora, amada almita loca, vuela al sitio de tu Preparación para que aprendas a llevar el equipaje que te darán en este nuevo viaje.

-         ¿Puedo preguntarte que hay en la maleta?

-         ¡Curiosa como todas las almas! Bueno, solo te diré una cosa: Uno de tus dones será el arte de los sonidos y las letras y si te lo propones podrás transmitir a través de estos esa belleza que has aprendido a captar y podrás develar igualmente los secretos ocultos de tu corazón. Pero como compensación a tu travesura de llamar a nuestra hermana la Muerte anticipadamente se te restarán el don de la profecía, aunque pequeñas luces quedarán de ello, pues tendrás una alta capacidad intuitiva.

-         Ese don era difícil de manejar…

-         No dije que dejaras de poseerlo como si te liberaras de él. Simplemente he dicho que hasta nueva orden, no podrás hacer uso de él.

-         Está bien, lo acepto.

-         Pero mi amada maga, harás uso de aquellos otros dones como si de sortilegios y conjuros se tratasen y podrás realizar buenas obras, pues de todas formas algo de “hechicera” continuarás teniendo.

Irisel volvió a sonreír. Estaba muy alegre de poder regresar pues sabía que era una nueva oportunidad para aprender a Amar y a Vivir. Y antes de irse a la preparación, abrazó con manos invisibles a su guía y le agradeció sus confidencias. Luego le envió un mensaje a su hermano Isatlel:



“ En cualquier lugar donde estés, mi amado hermano Isatlel,

quiero enviarte mi Amor puro y Sagrado,

recíbelo como un suave impulso que te conduzca a nuestro Ideal.

Y si algún día nos hemos de encontrar, que jamás se ennuble esta verdad,

por más que nuestros nuevos cuerpos nos confundan,

por más que nuestros miedos nos limiten,

y aunque las tormentas parezcan aplastarnos,

no sucumbiremos ante la ilusión;

nuestras Almas se abrazarán aún en la lejanía

y nuestras voces se unirán aunque hablasen lenguas desconocidas.

Yo te esperaré para transmitir al mundo este anhelo,

que no es sólo nuestro, también es de los Dioses.

Yo te esperaré, y aunque no nos veamos frente a frente

la luz de nuestra misión bañará de sentido nuestra existencia.

Lo sabré cuando sea tan feliz en la Tierra, como lo soy ahora.

Lo sabré porque la pureza me cobijará como una nube de gloria,

así como la aurora ilumina sin falta cada día,

así como cada vida nos brinda

la hermosa oportunidad de amarnos

en todas las formas posibles:

Aquí arriba desde lo etéreo, aquí abajo en lo perecedero.

Con alas a o sin alas…”




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